martes, 20 de enero de 2009

CONTINUACION ESTERILIDAD ESPIRITUAL

Aquellos que ministran, después de preparar cuidadosamente su corazón y tomar conciencia plena del fresco toque de Dios en ellos, no se desempeñarán más aceptablemente; pero la dimensión divina será añadida a sus ministerios y liderazgo.
Aquellos que los oyen sentirán el toque de Dios añadido a lo que dicen, cantan, tocan, predican o cualquiera sea la forma de la actividad de liderazgo. Reconocer el toque de Dios les hace ponerse más alertas, receptivos, conmovidos por el Espíritu y experimentarán beneficios espirituales más perdurables.
El hecho que el especial toque de Dios esté en ti mientras realizas tu consejería de hoy, no te garantiza que mañana el mismo toque esté en ti. Aunque hayas sido fuertemente ungido en un servicio, no necesariamente vas a vivir lo mismo la próxima vez.
No eres tan favorito de Dios que El te bendiga en todo lo que haces sin considerar la constancia de tu hambre por El y Su ayuda. No tomes por sentado la dación de poder de Dios. La vida cristiana es una vida de fe; el ministerio cristiano es una actividad para la cual constantemente nos adueñamos por oración y fe del ministerio del Espíritu Santo.
Una persona espiritualmente presuntuosa dirige sin adueñarse diariamente, y a veces a cada hora, de la capacitación divina del poder dado por Dios. Experimentamos tan poco del toque de Dios en nosotros porque lo pedimos tan superficial e informalmente.
Reconocemos que sería lindo si Dios bendijera nuestros esfuerzos y planes pero si no lo hace, nos contentamos con seguir adelante con nuestra propia fuerza como lo hacemos con tanta frecuencia. Tendemos a preocuparnos e interesarnos más por desempeñar meritoriamente nuestra parte que por la potente intervención Divina en nuestros empeños- Tendemos a tener más hambre de éxito que del poder dado de Dios.
Algunos de nosotros hemos experimentado tan raramente esa añadida dimensión que el Espíritu Santo puede dar que, indudablemente nos es difícil entender lo que Dios anhela hacer en nuestro ministerio. Tememos tender al fanatismo.
¡Nada de eso! Cuando Dios vino en poder sobre Jonathan Edwards hasta que los miembros de la congregación se aferraban a los asientos y a los pilares del templo por miedo de caerse al infierno, ¿acaso iba y venía Edwards por el estrado mientras arengaba a la gente? ¡Absolutamente no! El estaba leyendo su mensaje, sosteniendo el papel a unos escasos veinte centímetros de sus ojos, porque tenía miopía, y hablaba con voz en tono de conversación habitual.
La emoción humana o la altura de la voz no equivale al poder del Espíritu.La palabra menos emotiva y susurrada que tiene el poder del Espíritu, Puede cumplir muchos más resultados espirituales que el elevado despliegue oratorio. Puedes trabajar la emoción mediante la psicología pero no puedes manipular al Espíritu de Dios.
Solamente cuando somos reprimidos por el mensaje de Dios y sentimos por dentro la obra profunda y tranquila del Espíritu Santo, sea en total silencio calmo o con emociones profundas, solamente entonces aquellos que estén presentes serán tomados por el Espíritu cuando hablarnos,cantamos o dirigimos.Jesús dijo que iban a fluir ríos de agua viva desde lo más íntimo de nuestro ser (Juan 7:38) y Juan agregó que con eso Jesús quiso decir el Espíritu.
Solamente fluyen tales ríos de agua viva cuando el influjo del Espíritu en nuestro ser es copioso. Sin influjo, no hay reflujo, así de simple. Los líderes cristianos que tienen almas como desiertos, no vivirán el reflujo del agua viva. Vivir en la mínima experiencia del Espíritu Santo no producirá el reflujo de bendición espiritual al prójimo.
La bendición espiritual proviene solamente del Espíritu que influye y refluye tu personalidad, ¿fluyen esos ríos de agua viva de tu vida? No puedes bendecir al prójimo más de lo que tú mismo seas bendecido.Si sientes la falta de poder del Espíritu en tu vida y ministerio, ¿por qué no te decides a mirar a Dios para hallar tu respuesta? Con Dios no hay tal falta de poder.
Cuando Dios puso al Espíritu Santo en los setenta ancianos de Israel, tal como lo había hecho con Moisés, éste dijo, "Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos" (Números 11:29).Dios anhela dar abundantemente Su Espíritu a todos Sus hijos e hijas, especialmente a todos los que puso en el liderazgo cristianos ¿Tienes hambre y sed de la presencia y poder del Espíritu tan profundamente como Dios quiere dártelo a ti?.
Quizás el cambio más grande y revolucionario que puede suceder a tu liderazgo es recibir la dimensión divina, y que la vivas continuamente. Una vez que has recibido y vivido esa verdadera influencia, no querrás ministrar sin ella. Debe haber la recepción inicial, la investidura inicial del Espíritu (Lucas 24:49) pero también debes aprender a recibir Su renovación día a día...LEER MAS..WWW.REVISTALOGOS.COM

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