Estados Unidos, (Revistalogos.com).-Efesios 4:29 La mujer necesita que se le elogie; y debería su esposo comprender esa necesidad, ya que también el hombre quiere saber que es de valor para otras personas. Una de las maneras en las que conocemos que se nos necesita, es cuando otros expresan su estima por lo que somos y lo que hacemos. Las Escrituras nos recuerdan que nuestras relaciones más importantes implican alabanza:
1. Alabar a Dios (Salmo 110:4)
2. Alabar a tu esposa (Proverbios 31:28)
3. Alabar a otros; por ejemplo a nuestros amigo cristianos (Ef. 4:29)
Como alabar a tu esposa:
1. Alábala (por lo menos) una vez al día.
2. Se auténtico cuando alabas.
3. No llames la atención sobre sus rasgos poco atractivos. Cierto esposo escribió a su esposa un lindo poema acerca de cuánto le gustaban las pequeñas arrugas que ella tenía y como le encantaba acariciar sus "células de celulosa".
Lo que la mujer admira en un hombre
1. Escucha lo que ella está realmente diciendo. Proverbios 1:22-33.
2. Toma responsabilidad por tus faltas.
3. Busca el perdón de tu esposa.
4. Recibe con gratitud el consejo de ella. Proverbios 9:8-9.
5. Sé su protector.
a. Averigua en qué área tu esposa necesita protección
b. Averigua cuáles son sus limitaciones físicas.
c. Comprométete más con el bienestar económico de tu familia.
6. Toma consejo de 1 Tesalonicenses 5:11-14.
¿Con que quieres una esposa perfecta?
1. Conviértete en un ejemplo consecuente de lo que quieres que sea tu esposa (Romanos 15:18).
2. Aprende a expresar tus sentimientos mediante actitudes amorosas como el cariño, la compresión y la sinceridad. El cariño es aquella aceptación amigable de una persona~el sentimiento de que alguien es lo bastante importante como para dedicarle tu tiempo y esfuerzo. La comprensión es la capacidad de comprender los sentimientos de tu esposa y de identificarte con éstos. La sinceridad consiste en mostrar un verdadero interés por tu esposa tanto en público como en el hogar.
3. Intenta evitar el usar expresiones acusadoras cuando estás compartiendo tus sentimientos.
4. Espera que tu enojo se haya calmado para compartir tus sentimientos.
¡Cuidado! Puede sucederte a ti. Proverbios 29:23. El secreto de la oración para llegar a ser un esposo más consistentemente amoroso. Lucas 11:5-8 (v. 8) Lucas 18:1-7 (v.5) ¿Cuántas veces debes perdonar a tu esposa y seguir tratando de edificar un matrimonio amoroso? Mateo 18:21-22.
CONSEJOS PARA EVITAR EL ADULTERIO
Haga distinción entre su caminar con Dios y su ministerio. Las dos no son igual. Un ministro que fracasó moralmente dijo, "El camino hacia el fracaso comenzó cuando comencé a leer la Biblia sólo para hacer un sermón". Tenga devociones diarias. ¿Ridículo? No de acuerdo al Psicólogo cristiano Richard Dobbins quien dice, "Puedes tener éxito en tu trabajo y ser un fracaso en tu caminar".
Forma metas apropiadas. Si le preguntas a un pastor cómo le va, es muy probable que responda dando una cifra de asistencia. La meta de muchos pastores es tener una iglesia próspera. Es una buena meta. Pero los pastores se preocupan tanto de esto que su andar espiritual se debilita. Cuando llega la tentación, suben. Sus metas deben ser primeramente tener una relación amorosa con el Señor, para pastorear con amor, fielmente dar la Palabra y vivir en santidad.
Tener conciencia que Dios siempre está. Todo lo ve y no puedes huir de Él. Que esto sea un freno.
Haz decisiones correctas acerca de las "zonas peligrosas". Proverbios 2:11 dice, "La discreción te cuidará, la inteligencia te protegerá". No visites a mujeres sólo. No des consejos a mujeres estando sólo. En vez, pídele a tu esposa o a una mujer madura de tu congregación que aconseje a otras mujeres (Tito 2:3-4). Un ministro que fracasó moralmente dijo, "Nunca tengas más de tres sesiones de consejería con una mujer. Esto fue mi fracaso". No seas coqueto con las mujeres (dando cumplidos sensuales acerca de su apariencia o físicamente tocando a otras mujeres). Busca tu personal de oficina sabiamente. No mires programas sensuales en la televisión, en la red cibernética o revistas sensuales. No permitas que tu pensamiento se detenga en la belleza de otra mujer (Prov. 6:35). No pienses, Mirando no se quita nada. Si te quedas mirando, un día tendrás la oportunidad de tocar y sí tocarás.